jueves, 20 de diciembre de 2007

pluma invitada: "libelula serena" / "ETERNO IMPOSIBLE"

ETERNO IMPOSIBLE



¿Por qué este abrime camino entre un montón de excusas

espiando mi sombra

para expiar luego,

mis culpas



hasta quedar confinada a la nada del comienzo

entre lo que dejo atrás

y lo que la vida me desvalija?



Lo que no puede ser me duele ya!



Te invoco en el quejido supremo de chamánica data

quebradizo, acordonado, ansioso

desde la urgencia misma de mi desnudez primigenia

desde la imperiosa necesidad de desalojar ausencias

para invitarte a caminar descalzo sobre lo que conozco ya tan bien como “la línea de la resaca”

pero por favor, sin temor

A ese enemigo déjamelo a mi:

yo padezco la retaliación perenne

cuajada de adverbios de negación e imposibles conjuros

y sin embargo heme aquí

erguida entre el batallón



Tan solo asísteme en esta nostalgia de ti

penetra en mis afectos malheridos en el nombre de tu Dios

Mientras, continúo aguardando que una marisma

sacuda mi cuerpo todo,

mi suerte y mi corazón rebosante

embriagado de inmediatez,

en tanto que en los labios

continúa muriéndose el nombre de un hombre



Si me fuera dado encontrarte en la oscuridad

incapaz sería de tocarte con los dedos

descuida,

he aprendido a moverme tras los muros secretos

con cautela

entre la espesura de mi mente, mi espíritu, mis deseos

he aprendido a tantear más allá de mi cuerpo vacuo aunque padezca de lascivia

y he comprendido que no se pierde la oportunidad de tropezar con las verdades indecibles.



Si me fuera concedido

bordearte el aliento con mi sonrisa

y entregarte en el sideral silencio esas palabras que se disuelven en la boca

como la lluvia en estas tierras de mucho calor,

de seguro me faltaría el valor.



Hoy me detengo desde el mismo centro de mi decisión

salpicada de lunas y de estrellas

de nadies de razonamiento de excusas

de moral y moralejas

de muchos y de ninguno

de esta estrepitosa gana

que enfurece mi adentro

y te hace avanzar hasta mi proximidad

en un montón de hojas

en una suerte de correspondencia

para comprender

que sigue el imposible

resultándome excitante.

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